Nacida y criada en el sur de Sacramento, me enorgullece trabajar en una comunidad con la que me siento conectada. Mi trabajo a nivel local se ha centrado en los hispanohablantes y en el servicio a las poblaciones inmigrantes en la traducción de hospitales, el apoyo al parto y el conocimiento de sus derechos cuando se trata de traer a sus bebés al mundo. He trabajado en clínicas locales en preconcepción y atención de espectro completo. Antes de mi trabajo como doula y partera estudiante, también trabajé como trabajadora social en varias organizaciones sin fines de lucro locales. Me gradué del National College of Midwifery. Antes de ingresar a la escuela de partería, obtuve mi licenciatura en Humboldt State University.
Como estudiante de partería, me formé en prácticas intensivas con las parteras de Big Valley en el Valle Central de California. Llegué a amar la partería rural, la cual me llevó a expandir mi radio de servicio hasta al sur de Turlock. También me formé con Taproot Midwifery, local de Sacramento. A medida que progresaba en la escuela de partería, sentí el impulso de aprender de parteras indígenas y mexicanas que podían ayudarme a transmitir las enseñanzas tradicionales de partería y equilibrar el conocimiento clínico. Me sentí honrada de trabajar por un corto tiempo en Luna Tierra y NaSer, un centro de maternidad en El Paso, Texas, donde nosotras, como parteras, también llevamos servicios de partos a domicilio y atención de partería a través de la frontera hasta Juárez, México. El tiempo que pasé allí cambió mi visión de mí misma como partera, cómo quería practicar y la mejor manera de servir a las personas de color y de habla hispana aquí en mi propia ciudad.
Para servir mejor a mi comunidad, continúo construyendo comunidad y aprendo de muchas parteras de color que me han guiado a lo largo de mi viaje. Me siento honrada de estar en su compañía como colega y tengo el mayor respeto por las enseñanzas que me han transmitido. Al crecer, mi abuela me contó historias sobre su abuela y otra tia que eran parteras, en el estado de Durango, México. Ella me contó que había una hacienda que tenía donde los clientes nacían. Al escuchar estas historias, pude conceptualizar la necesidad que tenía su comunidad de una partera que tuviera manos capacitadas y pudiera brindar la atención que su comunidad necesitaba. Siempre seré una estudiante, aprendiendo de los clientes y de otras parteras por igual. Mi conexión con mis enseñanzas ancestrales me ha permitido combinar la partería tradicional y moderna de una manera que no sabía que fuera posible.
A medida que continúo aumentando mi práctica, tengo la intención de seguir aprendiendo y llevar este conocimiento a las personas que buscan la conexión también. Espero honrar mi herencia asumiendo la responsabilidad de lo que he aprendido y apoyando a las familias que esperan con el cuidado más compasivo posible. También soy madre de una mente hermosa, Rafael quien trae luz a mi mundo todos los días. Cuando no estoy al nacer disfruto leer, hacer plantas medicinales, ver música en vivo y coleccionar discos de vinilo.